Desde siempre, las empresas han apostado por promocionar su marca y sus productos diferenciándose de la competencia y poniéndose en valor y, desde luego, que los anuncios de televisión siempre han sido los que más credibilidad y prestigio han dado. Actualmente, el consumo de televisión y de los medios ha cambiado, uniéndose fuertemente con internet, aumentando de forma extrema su consumo a través de plataformas de streaming pero, sobre todo, en redes sociales. Esto nos hace ver que el vídeo corporativo o promocional no sólo se hace indispensable sino que se ha convertido en un arma de ventas y posicionamiento muy potente. Por esa razón os planteamos 4 puntos que explican por qué debes apostar por ello:
1 – no es un gasto sino una inversión
Todo gasto en posicionar y dar a conocer a la empresa y sus servicios acaba retornando de 2 formas posibles:
A – Promoción de productos: Destacas el producto sobre su competencia y lo das a conocer. El cliente acabará asociando tu producto con las necesidades que desea cubrir con un mayor beneficio para él en cuanto a prestaciones, calidad o precio y, por tanto, comprará tu producto. De esta forma se retorna la inversión de forma multiplicada.
B – Dar a conocer tu marca o tu empresa: A diferencia de los vídeos de productos, la inversión aparenta no retornar de una forma tan directa, sin embargo nada más lejos de la realidad. “Lo que no se conoce no existe” y, por tanto, es fundamental ganar una buena imagen de profesionalidad, buenos servicios y confiable. Cuando el futuro cliente necesite de tus servicios, serás su primera opción y se retornará la inversión de forma multiplicada.
2 – lo barato sale caro
Un error muy común que como productora nos encontramos es cuando piensan que “cualquier vídeo vale”, y recurren a la autoproducción con móviles o cámaras propias, con conocimientos insuficientes de lenguaje audiovisual, escasos de medios o recursos y con ediciones caseras. La intención es buena, pero acaba restando puntos a tu imagen como empresa y es bastante posible que pierdas futuros clientes en lugar de ganarlos.
Este error se suele cometer por la falsa creencia de pensar que un vídeo corporativo sale caro o que no es rentable. Por eso haremos un pequeño esquema sobre lo que implica una producción audiovisual de este estilo para valorar sus costes:
1 – Equipos de calidad cinematográfica: La producción de los vídeos corporativos requieren de toda una variedad de materiales, accesorios y tecnologías punteras que mejoran el resultado final, pero me voy a centrar en las cámaras de vídeo. Según la complejidad y ambición de cada empresa, se utilizarán cámaras DSLR o Mirrorless de vanguardia que dan un estilo cinematográfico, con un coste de unos 200-300€ de alquiler por día, o directamente se opta por cámaras de cine para un mayor cuidado de la calidad que suelen tener un coste medio de 2.000 – 3.000€ por día de alquiler.
2 – Trabajo previo: Antes de grabar, la productora hace un trabajo previo minucioso en el que, junto a la empresa, estudian los valores de la misma o de su producto para elaborar un plan de rodaje que implica, no solo el desarrollo de documentos elaborados con todo tipo de detalles de la grabación, sino también la búsqueda de actores, localizaciones o preparación de escenas y recursos.
3 – Equipo técnico y formación: Para la realización de cada vídeo corporativo, se cuenta con un equipo humano que, se reducirá o aumentará según la complejidad de cada obra pero que sin duda, tiene una formación amplia junto a una experiencia que siempre muestra a la empresa en forma de reel o bobina, con lo que su calidad queda demostrada previamente.
4 – Grabación, edición y postproducción: Otra percepción errónea muy común es confundir los tiempos y formas de trabajo con otras grabaciones caseras o de aficionados, como las que podemos realizar todos nosotros con nuestro móvil. La parte de grabación implica tener una preparación minuciosa de cada plano a grabar, preparando previamente elementos como la iluminación (con la instalación y ajuste de focos y reflectores), el sonido o el decorado. En partes donde implique que haya actores, es común repetir muchas veces varias escenas, no solo por pulir el diálogo o la escenificación, sino porque es necesario grabar lo mismo desde diferentes ángulos para luego unificarlo en montaje. Una vez nos metemos en la edición, estimamos que nos llevará, en horas de trabajo, el doble o el triple de horas grabadas. Es decir, que si grabamos en una jornada de 8 horas, solamente el montaje nos podrá ocupar un mínimo de 3 jornadas de trabajo intensivas, para después sumarme el trabajo de la postproducción, momento en el que ajustamos uno a uno cada plano, el color o el sonido, y añadimos elementos como rótulos, subtítulos o elementos gráficos.
3 – Distribución muy efectiva y económica
Gracias al desarrollo de las redes sociales, nos permite optimizar mucho la inversión desde dos puntos:
A – Reducción de costes: La distribución puede tener unos costes muy reducidos permitiéndote elegir en todo momento cuánto quieres gastar y hacia qué público va a ir cada céntimo invertido. Además, te permite parar o rectificar la campaña sobre la marcha, con lo que el control y efectividad de cada euro es muy alto.
B – Selección muy precisa de nuestro público objetivo, target o cliente potencial: Las plataformas más conocidas como Youtube o Facebook te permiten elegir la duración, la zona geográfica, los rangos de edad o incluso los gustos de cada persona o cliente potencial al que le va a llegar nuestro corporativo o vídeo de producto, aumentando mucho más el porcentaje de ventas por visionados.
4 – Es eterno: herramienta duradera y reutilizable
Finalmente, un elemento muy simple pero a la vez muy importante a considerar, es el hecho de adquirir los derechos sobre el vídeo corporativo de por vida. ¿Qué quiere decir esto? Que podremos emitir, reutilizar e incluso, adaptar el vídeo a lo largo del tiempo, con lo que la rentabilidad que se le puede sacar supera muchas expectativas.
Aun así, siempre recomendamos actualizar los vídeos con frecuencia, ya que, al igual que indicábamos al principio respecto al poco cuidado de la calidad, un vídeo desactualizado o demasiado antiguo puede crearnos el efecto contrario al que queremos. Por suerte, la mayoría de productoras suele ofrecer actualizaciones periódicas que rebajan considerablemente la inversión.
Si lo estás pensando, no dudes en consultárnoslo aquí.
