DESCUBRIENDO ABRAZAR LAS ESTRELLAS
CAPÍTULO 3
Hoy llegamos al punto donde una obra audiovisual se materializa: El montaje. Veremos cómo todas las piezas que se han ido formando y estructurando en la producción y en el rodaje toman sentido siguiendo, como ejemplo, nuestro último cortometraje documental: “Abrazar las estrellas”.
El montaje
Una vez terminada la grabación, y antes de empezar a editar la obra, es importante crear una estructura narrativa (siguiendo la norma clásica: introducción, nudo y desenlace). En el caso de “Abrazar las estrellas”, comenzamos conociendo de dónde viene Javier y por qué está ahora donde está. Continuamos conociendo sus aficiones y su forma de vivir la vida a través de la aventura y los retos, y finalizamos con un clímax que envuelve de sentido todo lo visto previamente en la historia.
Para conseguir esta estructura, la dividiríamos en 2 partes: la historia literaria y la historia audiovisual.
En primer lugar, buscaremos esa historia que ya hemos creado en la escaleta o guion a través de la selección de los totales. Es lo que llamo “historia literaria”. Mientras, acabaremos de darle sentido a esta y al todo a través de la selección de recursos, efectos sonoros y músicas, completando la “historia audiovisual”. En nuestro corto, toman gran importancia las imágenes de archivo procedente de las aventuras de Javier o apariciones televisivas, sin dejar de lado las imágenes de la ruta principal, apoyando el sentido de lo que cuenta (por ejemplo, Javier dice que “a la montaña no podemos allanarla, ni ponerle ascensores o escaleras mecánicas” mientras vemos en detalle como los pies de Javier se doblan sobre sus tobillos como consecuencia de pisar las rocas sin verlas).
Para la utilización de músicas en nuestras piezas audiovisuales hay 2 opciones: Seleccionar o comprar una música ya creada y adaptar nuestro montaje a la misma o, por el contrario, crear una composición original que se adapte a nuestro montaje.
Ambas opciones son buenas y dependerán criterios como el presupuesto, el tiempo disponible, el fin y distribución posterior del trabajo a realizar, o si queremos adaptarnos a la música o que la música se adapte.
En el caso del documental de Javier, decidimos crear una composición original con el compositor Pablo Labián. En el proceso, fue muy importante trabajar junto al artista y marcar previamente las emociones que se querían conseguir en cada momento, acompañando el diálogo o con el silencio.
Una vez revisado y terminado el montaje en su totalidad, recomiendo, siempre que sea posible, dejarlo reposar. Es decir, cerrar el proyecto y esperar que pasen unas horas o días para volverlo a ver sin tenerlo fresco en nuestra mente y, así, poder visualizarlo “en frío”, de forma que podamos ver de forma más objetiva los aciertos y carencias que pueda tener y, en consecuencia, hacer cambios o ajustes.
Por otro lado, dejarse aconsejar es algo muy sano y enriquecedor, por lo que recomiendo que, antes de dar por terminada la obra, pidáis consejo a compañeros, conocidos y amigos, buscando en ellos 2 tipos de perfiles: El perfil profesional y el perfil consumidor. Los entendidos del sector, te podrán dar una visión más técnica que hará que todo el engranaje de la historia sea mucho más preciso; mientras que los perfiles tipo consumidor, que serán aquellos que consumen cine pero no lo crean, te podrán hacer ver si la historia en su conjunto llega al público objetivo, si han comprendido la historia y si les ha emocionado.
“Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos”. Proverbio chino.
